lunes, 12 de mayo de 2014

Confiarte el alma.

Ya de por sí es difícil confiar plenamente en una persona. Poder confesárselo todo. Si decides confiar en ella; pones tu confianza en sus manos, esperando de corazón que no te falle y le confías todos tus temores y secretos a esa persona, crees incondicionalmente en ella. Pero te miente, te falla y tú no encuentras la salida. Las mentiras te ahogan. El perdón. ¡Qué cosa tan abstracta! Si perdonas podrías volver a sufrir. Pero no puedes vivir sin esa persona y no sientes más que dolor alejada de ella. Una paradoja, que las personas que te hacen llorar sean las únicas capaces de darte algo de calma.



4 comentarios:

  1. ....justo me paso eso..y me siento tan conectada con tus letras...

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  2. Hay muchas maneras de hacer llorar; se puede llorar de alegría, de emoción, de entusiasmo... Pero si te hacen daño, es difícil que la calma venga una y otra vez después. Yo ya tengo mucho cuidado con determinadas personas.
    :)
    Saludos!

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    1. Sin embargo, se puede perdonar y dar una última oportunidad. Pero si es la última y te hacen llorar de nuevo, ya no hay más...
      Un beso!!

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