Su felicidad pendía de un hilo, podía ser feliz o sufrir como nunca.
Podía perderlo todo, o por el contrario, ganar el premio. Podría arriesgarse o quedarse de brazos cruzados. Abrir la boca, o mantenerla cerrada. Todo su futuro dependía de una simple palabra. Al fin, se decidió, decidió arriesgarse, abrir la boca y pronunciar esa palabra. Aunque no sabía para nada cómo reaccionaría, ni qué haría, ni tampoco si acabaría ganando o perdiendo.
El caso es que esa palabra salió de su boca como si lo hubiera estado esperando siglos.
-Quédate.
Hola: siempre es reconfortante oir esa palabra en una pareja de enamorados. Es un alivio si realmente quieres a la otra parte. Seguimos en contacto
ResponderEliminar:) Es precioso y muy satisfactorio saber que alguien te quiere tanto como tú le quieres...Es indescriptible^^
EliminarCuesta mucho, muchísimo decir esa palabra. Incluso hay veces que la dices, pero demasiado flojo, y no sirve para nada..
ResponderEliminarLa verdad es que no es fácil, sobretodo cuando has sufrido mucho...
EliminarBesitos preciosa y ánimo!
Me identifico tanto con ese texto, que me cayó una lágrima.
ResponderEliminarUn besito,
http://pdepaty.blogspot.com.es
No sé si decirte que me alegro o que lo siento... Porque la verdad es que es un texto algo triste
EliminarBesitos!
:) I haven't bloglovin! Sorry
ResponderEliminarEs complicado dejar a un lado nuestro orgullo y miedo y susurrar 'Quédate'...
ResponderEliminar¡Muy bonita Marina! ¡Un beso muy muy muuuy grande! <3
:) La verdad es que sí...
EliminarMe alegro de que te guste! Besotes!!^^