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miércoles, 21 de diciembre de 2016

La vida no es eso. La vida es instantes.

Un día abres los ojos y te fijas en que hay gente para la cual la vida es solo una suma de dinero, gente a la que no le importa lo que pueda valer una vida humana si tiene los bolsillos rebosantes de billetes. Lo que desconoce, tal vez, es que tiene el alma rebosante de codicia, y la avaricia rompe el saco, dicen.
En un momento dado te das cuenta de que existen personas para las que la vida es una escalada, una competición, una carrera. Personas que solo buscan ser los mejores, aunque para eso tengan que acabar con los demás. No dudes de que el egoísta aplastaría a su mejor amigo o destrozaría a su más fiel compañero por llegar a la cima. Porque la cima no se comparte, y él, el mejor, quiere estar solo allí arriba. Egoístas, les llaman. Personas preocupadas por trabajar para tener más y vivir mejor vida sin tenerla mientras tanto. Personas volcándose en la búsqueda de dinero, en ser los mejores estudiando, en ser los mejores en todo.
Personas preocupadas por vivir su vida futura sobradamente, sin darse cuenta de que la vida no es eso. La vida no es futuro y no es pasado. Es solo presente, porque nunca sabemos si el segundo siguiente seguirá habiendo vida o sólo quedará la nada.
Personas buscando más cuando tal vez la felicidad sea menos.
Parar el tiempo en una risa, la risa de la persona que mas amamos o la sonrisa de un desconocido. Un beso en la mejilla efímero y un beso en los labios que dura más de la cuenta. Parar un rato de esta locura que es la vida y tomar aire, respirar. Cerrar los ojos y dejarse llevar, vivir de los detalles, de los momentos efímeros que se quedan en nuestra mente como infinitos. Disfrutar de todo como llega e intentar ser positivos, levantarse cuando nos estrellemos y recomponerse cuando nos rompamos, porque siempre se ha dicho que lo que no te mata te hace más fuerte, que no hay mal que por bien no venga y que siempre se puede estar aún más hundido. La vida es instantes
, es la felicidad en los ojos de un perro cuando lo acarician y el encogerse del corazón cuando lo tocan de cerca. Es la mirada enamorada que una madre dirige a su bebé y el cantar de una persona que se siente libre. Es amar, amar con todo nuestro corazón, pero tal vez no hasta que duela. Es reír, volar, ser libres. Amarnos. La vida es vivir ahora, por si acaso no hay mañana.
 Por Marina Aimée.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Te quiero a mi lado el resto de mis noches.

Duermo abrazada a tu cuerpo, a tu amor, a tus sueños, a tus anhelos. Duermo abrazada a todo lo que eres. Me acerco más a ti para que ni siquiera el aire pueda pasar entre nosotros, quiero ser parte de tu cuerpo, parte de ti, de tu vida. Respiro en tu nuca, suspiro de ti, dejo que tus cortos cabellos me hagan cosquillas en la nariz y aprieto las manos contra tu pecho. Cambias de postura y ahora puedo verte el rostro, apenas iluminado por las dos rendijas de luz que se cuelan por la persiana, casi agachada por completo. Sigues durmiendo apaciblemente, intento acompasar mi respiración con la tuya: lenta, tranquila, sin pausa. Te observo, cada milímetro de tu rostro, ese que me sé al completo: tus pestañas oscuras, largas y espesas, esas que tanto me encantan, la barba incipiente y cada uno de los lunares que forman mi galaxia. No puedo parar de sonreír por lo feliz que me siento a tu lado, durmiendo en esta cama en la que apenas cabe un cuerpo, rozándote constantemente, sintiéndome segura y querida. Te amo, te amo con cada fibra de mi ser, más de lo que nunca seré capaz de explicarte, más de lo que nunca podrás comprender. Te amo y me siento la persona más afortunada del mundo por tenerte conmigo. Me acurruco contra ti más aún y cierro los ojos, rebosante de felicidad y con las lágrimas escapándoseme por la dicha. Sé que esto es lo que quiero el resto de mi vida, el resto de mis noches, despertarme y descubrirte durmiendo a mi lado.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El corsé de la sociedad.

Oye, ¡qué monos tus mofletes, ¿no? Son súper gorditos.
¿Se está metiendo conmigo o se supone que es un halago?
Tía, no te pongas esa camiseta, te queda demasiado ajustada y, bueno, te resalta la barriga.
¿Tengo barriga? No lo había notado.
Deberías empezar a maquillarte, con la edad que tienes, seguro que estás más guapa.
Si soy aún una niña.
¡Ey! Cómprate esta crema, seguro que te ayuda a disimular esas arrugas, y de paso una buena mascarilla que con tanto grano...
Pues igual tiene razón, voy a sacar dinero.
¿En serio te vas a comer una pizza tú sola? Madre mía, yo creo que pediré ensalada.
Con lo buena que está la pizza...Aunque, ¿cuántas calorías tendrá? ¿Ayudará a mis mi chelines a expandirse libremente por mi cuerpo?

...

¿Sabes? Quizá te has pasado mucho con la dieta, ahora estás demasiado delgada.
No entiendo nada.
¡Qué grima, se te notan mucho las clavículas!
.
¿Es que estás anoréxica?
¿Pero qué narices la pasa a la gente?
Esta mañana te has pasado con el maquillaje, pareces un monstruo.
Si me dijisteis que me maquillara más...
¡Qué falda más corta, te van a llamar de todo, hija!
Paso.


Cambia. Mejora. Sonríe. Maquíllate. Posa. Vigila. Camina más recta. Adelgaza. Engorda. Haz ejercicio. Saca culo. Opérate las tetas. Ponte tacones. La falda muy larga. La falda muy corta. No enseñes tanto. Qué mojigata. Eres una guarra. Tíntate. Cambia. No seas tú. Sé una mentira. Sé un maniquí.

Hagas lo que hagas, nunca serás perfecta para la sociedad. No cambies para ser perfecta para nadie, porque la perfección no existe.
Sé tú y enamorarás a los que sean para ti.





miércoles, 7 de septiembre de 2016

Y los superhéroes no existen. Ya no.

Érase una vez una niña de dorado y ondulado cabello, una niña feliz, de voz chirriante y alegría arrasadora. Un pequeño ser, danzante de deseo por descubrir, de anhelo por saber; una criatura llena de vida, de amor, de risas que te quitan la respiración, de ideas inocentes, de mundos perfectos en su cabeza. Ella no creía en príncipes azules que vendrían a rescatarla de la más alta torre, solo necesitaba a un hombre en su vida para ser feliz, y no era un príncipe azul.
Era un superhéroe.
Era el superhéroe más genial y brillante del mundo para ella, era perfecto.
Él era el hombre de su vida, estaba segura.
Era quien más sonrisas le sacaba, quien la mataba a cosquillas mientras asesinaba a los monstruos que se escondían dentro de ella, era el que más la amaba, el hombre en quien ella más confiaba, por quien estaba loca de amor y ciega de felicidad. Pasara lo que pasara con su vida sabía que podía estar tranquila, pues el mayor superhéroe que había existido en todos los tiempos tenía los dos ojos puestos en ella. Más que eso, tenía el corazón y el alma puestos en ella. Nada malo podía pasarle, pues él la cogería al vuelo justo antes de que cayera al vacío.
Pero la niña creció, el velo de la inocencia se le cayó, casi de sopetón, y se estrelló de lleno contra la pared de la realidad, de la madurez. Llegó a un mundo distinto, adulto, uno para el que ella no había comprado billete de tren, uno al que nunca había pedido ir. Y fue en esa extraña realidad alterna donde se dio cuenta de que el superhéroe que ella había creído su mundo entero era en realidad algo imperfecto, algo lleno de errores y huecos oscuros, recovecos que no podía descubrir, que no podía entender.
Su superhéroe le falló.
Se le olvidó atraparla cuando cayó, se le olvidó que sus acciones repercutían en ella y que un mínimo despiste podía hacer que ella dejara de existir.
Le falló y a ella le faltó medio milímetro para convertirse en polvo, para estallar en pedazos, pedazos que nunca podrían haber sido recompuestos. Suerte que a instantes de morir, se topó con un nuevo superhéroe, uno que la enseñó a volar, uno que tendría que serlo por fuerza, porque esa vez tenía que funcionar de verdad.
Se encontró a sí misma, y si nadie podía ser su superhéroe que la guardara del mal, tendría que ser ella misma la que lograra salvaguardarse, la que aprendiera a volar aún con las alas medio rotas.
Ella era su propia superheroína.
Y voló.





miércoles, 13 de enero de 2016

Si te quita cosas, ¿puede amarte?


Tal vez la gente diga que alguien que te quita cosas de tu vida no puede quererte realmente. No pueden entenderte, está claro que alguien que te ama con todo su ser puede arrebatarte muchas cosas. Puede quitarte la pena para darte la alegría, puede negarte las lágrimas llenas de dolor y cambiarlas por gotas de felicidad; es capaz cambiar el negro por el arcoíris, puede quitarte el sueño para regalarte sueños. Puede llevarse lejos el “no puedo” y traerte un “lo haré”, despojarte de la ropa para que sea su cuerpo quien te caliente, puede hurtar tus amarras y cambiarlas por alas para que seas libre y vueles lo más alto posible. Puede desposeerte de lo que creías bueno para regalarte lo que es perfecto. Puede y debe hacer todo esto; quitarte la rutina para ser la aventura, llevarse lo efímero y las prisas para regalarte el disfrute, la vida.
Que se lleve lejos las lágrimas, el dolor, las heridas, la tristeza...que se lleve lo malo, lo que te impide ser feliz. Si se lleva las risas, la libertad, lo que te gusta, las ganas, la confianza...Entonces quítalo tú de en medio y vete, porque eso no es amor, es posesión.



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sé mi abrigo este invierno.


Se está acercando la estación más fría, donde las ideas se congelan y todo se tiñe de un ambiente frío, triste. Cuando ésta llegue, quiero que tus manos me abriguen, cuando caiga la nieve que ellas sean mi refugio, mi abrigo. Quiero que tus palabras despierten mi imaginación, que seas mi inspiración para que el frío no me hiele los pensamientos. Te pido que cuando llegue el invierno tu aliento descongele la nieve que hay en mí, me llene de calor y reviva cada parte de mi cuerpo que ha quedado medio muerta. Y que tu sonrisa me dé motivos para sonreír, que los tonos tristes los transformes en colores llenos de vida, de alegría. Llega el invierno y sólo necesito que tú estés a mi lado, para poder recogerme cuando me estrelle contra el duro suelo, para llevarte con tu presencia los crueles recuerdos que me persiguen. Te necesito este invierno para sobrevivir a la nevada, porque este año promete ser más fuerte que nunca.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Ya no es el mismo amor que antaño.

La gente de ahora se ha olvidado del verdadero sentido de la palabra amar. Las relaciones duran lo mismo que un suspiro y los ‘te quiero’ se dicen sin apenas conocer a la otra persona. Se regala amor en las discotecas y con el alcohol confundiendo las cosas, se llama amor a casi todo. La gente ha olvidado lo bonito que es regalar besos en la frente, lo bonitas que pueden ser las palabras o un poema, ya nadie recuerda realmente lo que es cogerse de la mano o regalar flores. Los amores románticos, los de libro, ya no existen más que dentro de las páginas. Somos la generación del amor efímero, el amor rastrero, las mentiras y el engaño. Somos los que han dejado de lado el romanticismo, el amor, para entregarse a quien sea en cualquier parte. Quién pudiera vivir hace unos siglos, cuando los cortejos duraban meses y se respetaba el amor por encima de todo, cuando las cartas fugitivas y las manos cogidas furtivamente a altas horas de la madrugada eran la pasión. Cuando los bailes eran muy diferentes a los de ahora y las fiestas públicas (al menos la mayoría) no tenían ni una pizca de la connotación lujuriosa que tienen hoy en día. Somos los salvajes, los bala perdida, pues ya ha quedado de lado toda la ternura que el humano podía regalarse.


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Somos un puñado de hipótesis improbables.

¡Buenos días cositas mías!
Hace mucho tiempo que no publico nada en el blog (la universidad me está matando, os lo juro...estoy intentando leer lo máximo que puedo y al menos llevar al día las reseñas pero es muuuy complicado y estresante. Tampoco estoy grabando nada en el canal, pero prometo intentar subir algo esta semana o la que viene). Y hace aún más tiempo que no escribo un texto mío, así que como hoy es miércoles y estuve inspirada para escribir hace unos días, os dejo este texto con la esperanza de que os encante :)

¿Sabes? Llevo tiempo callada, mirándote en silencio e intentando descifrar el enigma que nos envuelve. No he llegado a ninguna conclusión clara y a día de hoy, tan sólo somos un puñado de hipótesis improbables, de axiomas indemostrables. Pero te aseguro que no me hacen falta pruebas, porque tengo la seguridad insegura de que las estrellas ya no brillan en el cielo; dejaron de hacerlo el día en que me fijé en que tu sonrisa y la mía, en armonía, iluminan más que el universo entero. A tu lado entendí que las mentiras no existen, que no hay lugar para el dolor y que los llantos desesperados a altas horas de la madrugada y los gritos entre sollozos no son más que parte de una realidad que no conecta ahora mismo. No sé si somos dos mitades unidas por el destino, o dos casualidades encontradas por un mero despiste (o debido a una causalidad desconocida) o no somos nada y estamos jugando a serlo todo. No tengo pruebas, ni conclusiones ni certezas. Solo me queda basarme en la hipótesis tambaleante de que podemos ser felices juntos, dejando de lado el mundo; porque no importa qué sea real y qué no. Yo puedo aprender a crear un mundo nuevo contigo, donde nosotros decidamos qué vale y qué no, donde tengamos la certeza de que somos uno y de que el mundo es nuestro.


*Recuerdo que este texto, como todo lo demás que se publica en el blog está sujeto a derechos de autor y está terminantemente prohibido apropiarse de nada que sea original mío sin dar permiso ni dar créditos. Gracias por no robar, usad la imaginación (o, para evitar problemas, dad créditos si cogéis algo) ^^


miércoles, 26 de agosto de 2015

Ya está el camino decidido.


La decisión esta tomada, no sé si acabé eligiendo por mera inercia, o por un soplo del destino, o porque las estrellas se alinearon para hacerme creer que sería lo mejor, o porque lo quería realmente. Ya no sé ni cómo ni cuando lo decidí, ni siquiera estoy segura de que haya sido lo mejor. Pero ya está, he comenzado el camino y no hay vuelta atrás, así que todo lo que queda es alzar la cabeza bien alta, rezar para no caerme (o al menos para saber levantarme cuando lo haga) y seguir recto, firme, constante y segura, como si tuviera la certeza de que todo saldrá bien, de que fue la elección más acertada posible. Tal vez el truco sea ese, elegir y seguir sin dudas como si fuera lo correcto, como si realmente lo supiéramos.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Mi isla perdida.

Que tú seas mi isla perdida en la que refugiarme cuando todo vaya mal, que seas mi Caribe personalizado y que el verde de tus ojos sea como el cielo reflejado en el mar. Que tu pelo sea la arena donde hundirme, donde perderme y esconderme cuando quiera huir. Leerte la mirada, respirar tu aliento, abrazarme a tu cuerpo y que seas mi plácida playa privada. Que vivamos juntos en paz, los dos rodeados de soledad, de silencio; pues nosotros nos bastamos para encontrar la euforia. Tú siendo mi paz y yo siendo la tuya, aunque a veces huracán y otras tormenta, siempre tuya.


miércoles, 12 de agosto de 2015

One. Suma y sigue ♥

Nunca seré capaz de contarte todo lo que siento, todo lo que hay dentro de mi. Porque aunque yo hablo y las palabras brotan, aunque tú escuches y trates de entender, te juro que nunca, ni en mil años de explicaciones, podría llegar a contarte lo que significó encontrarte. Puedo decirte millones de veces que te necesito conmigo, que puede ser que no sea bueno necesitar tanto a alguien, pero yo ya no puedo cambiarlo porque en un año te has convertido en el pilar fundamental de mi ahora; eres mi mejor amigo, mi confidente, el que seca mis lágrimas y me abraza más fuerte, eres quien necesito tener a mi lado ahora y durante mucho más tiempo (diría siempre, pero igual te asustas y te pierdo...mejor no correr riesgos). Podría contarte que llegaste justo cuando más te necesitaba, en la noche que más lloré y en el día que más odié, ahí justo llegaste tú para devolverme la esperanza, para demostrarme que después de la tormenta viene la calma. El completo desconocido con el que empecé esta tremenda historia (sin ni siquiera tener demasiado claro su nombre) se convirtió rápidamente en aquello que más necesitaba y ni siquiera me había dado cuenta de cuanto me hacías falta hasta que te tuve. No me di cuenta de que llevaba mucho tiempo parada, dormida...esperando algo (o a alguien), quizá eras tú quien tenías que llegar; quizá estaba ya decidido nuestro futuro y nos habríamos conocido de una forma u otra. Por Dios, podría pasarme horas contándote que me has salvado, que me salvas cada día y que eres el único capaz de seguir rescatándome cada vez que me ahogo, el único que me devuelve las ganas de luchar cuando caigo. Podría repetírtelo otra vez, pero nunca serás capaz de captar ni la mínima parte de lo que intento explicarte, jamás entenderás el papel fundamental que estás jugando. Solo espero poder decir dentro de un año que ya van dos, y que después sean tres, cuatro, cinco...y así hasta el infinito, hasta que perdamos la cuenta y solo quedemos tú y yo.

miércoles, 29 de julio de 2015

Tú, que sigues estando cada noche


Hoy voy a darte gracias a ti, que has pasado por todo tipo de calamidades por mi culpa, tú, que has aguantado mis golpes en medio de las tardes, las cascadas de agua salada provenientes de mis ojos, los sollozos y las maldiciones a altas horas de la madrugada. Tú, que después de tantos años sigues aquí conmigo cada noche. Voy a darte las gracias a ti, que ves mis sueños cada noche y que escuchas mis suspiros de felicidad, tú que me ves en mis mejores momentos...pero también me viste con mi peor cara, con mi peor lenguaje y con mi peor alma y aún no te has ido. Gracias por estar cuando nadie más estuvo, gracias por dejarme llorar sobre ti, por dejarme estrujarte hasta que me duelan los nudillos. Gracias por ser sólo mía. 

Hasta esta noche, mi fiel compañera de cama. 

Con cariño, la bipolar aprendiz que duerme sobre ti cada noche.


miércoles, 8 de julio de 2015

Las estaciones que fuimos.

Las palabras estampadas en las hojas de la primavera, en pleno clímax; en otoño vuelan y en invierno mueren. Como nosotros, que nos prometimos el cielo cuando más felices éramos, al tiempo volamos uno lejos del otro y acabamos muriendo en medio del más congelado escenario. Pues llegó el invierno de aquel año y con él, apareció la monotonía, se nos quitaron las ganas de desnudarnos los sentimientos, se fueron los colores y el frío lo congeló todo. Casi parecía que el amor se hubiera congelado junto con nuestras manos. Fuimos acorde al momento, vivimos con los colores cálidos y morimos congelados con los fríos.  Las palabras, aquellas que tan felices nos dijimos, se las llevó el viento y al final, acabaron muriendo, olvidadas. No prometas en primavera si en otoño no soportas el viento y en invierno no tienes intención de luchar contra el frío.



miércoles, 17 de junio de 2015

Vive ahora.

Por momentos tenemos ganas de evadirnos, de huir lejos y dejar todo lo que nos rodea de lado. A veces deseamos que las cosas pasen rápido y llegar cuanto antes al futuro. De lo que no nos damos cuenta es de que tal vez este sea nuestro momento, puede que estamos viviendo nuestros días de gloria. Si tenemos la vista en un punto incierto y difuminado del futuro corremos el riesgo de perdemos lo que tenemos justo delante, y puede ser maravilloso aunque no lo parezca a simple vista. Tal vez en el futuro solo querremos retroceder en el tiempo hasta estos días que ahora despreciamos y nos arrepentiremos por no haber sabido vivir el momento, por no haber sabido poner en práctica el famosísimo Carpe Diem. Así que, como no sabes qué etapa de tu vida estás viviendo y dado que podría ser la mejor, vívela con ganas, con fuerzas, sin rendirte nunca y con la máxima intensidad. Es el mejor consejo que puedo darte: ama, odia, grita alto, salta, canta, baila, lee, vive... Nunca sabrás cuándo será la próxima vez que lo hagas, nunca sabrás si alguna vez serás tan feliz como ahora; aunque el presente duela por instantes, podría ser la mejor realidad que tendrás. 


miércoles, 10 de junio de 2015

Deja de hablar y escucha.

Si dejáramos de hablar y prestáramos atención a los que otros dicen, si fuéramos capaces de callar para escuchar...Si dejáramos de lado el 'yo, yo, yo...' y dijéramos más veces 'habla, te escucho', tal vez habrían menos miradas tristes, menos personas llenas de dolor, menos lágrimas que esconden cientos de secretos. Estoy segura de que habría menos horrores inesperados, esas cosas que nadie se espera porque nadie ha aprendido a escuchar al que pide a gritos en silencio; porque siempre será más importante el 'yo'. Quizá si miramos a nuestro alrededor y dedicamos un poco de nuestra vida a pensar en los demás, quizá nos demos cuenta de que no estamos solos y que nuestro dolor no es el más grave, que nuestros problemas no son los más grandes. Dejemos de lado el egocentrismo; sí, hay que quererse y tenerse en cuenta a uno mismo, pero uno no es nada sin los demás. Olvidemos por un rato aquello que nos atormenta y escuchemos lo que otros tienen que contarnos. No se trata de mirar, sino de observar, no es oír, sino escuchar. Os aseguro que habrían menos almas atormentadas, más amigos, más suspiros de alivio y muchas más sonrisas. ¿Qué perdemos por intentarlo?

miércoles, 27 de mayo de 2015

No podemos callar los recuerdos ni cambiar el pasado.

El asunto es que todos tenemos un pasado, eso es inevitable, y debemos decidir si vivimos de él o aprendemos de sus errores. Tal vez sea lo mejor aceptar que no podemos cambiar lo que hicimos ayer. A veces nos arrepentiremos de haber hecho algo y otras de no haber arriesgado lo suficiente. Tal vez nos arrepintamos de las palabras: de haberlas dicho o haberlas callado. Lo más seguro será que odiemos las promesas que hicimos en el momento de máxima felicidad o lo que dijimos en mitad de un enfado. Tengo claro que odiaré todos los labios que hayas besado antes, todas las manos que te hayan tocado y todas las miradas que hayan descubierto lo mismo que yo veo en ti cada día. Pero no puedo cambiar el pasado, ni el mio ni el de nadie. Es por eso que quizá debería aprender que el pasado existe pero no es lo principal, que lo más importante es el presente que vivimos y el futuro que formamos. Así que olvidemos el pasado, disfrutemos el presente y soñemos el futuro. Eso sí, juntos.



miércoles, 20 de mayo de 2015

No sirven de nada tantas palabras.

Siempre había pensado que las palabras eran más fuertes de lo que realmente son. Siempre pensé que se podía capturar un instante, un sentimiento o una mirada con las palabras. Pero el tiempo me ha enseñado que son un simple instrumento a nuestra disposición, algo que nos facilita la vida y la comunicación. Pero ni por asomo son capaces de reflejar lo que somos los humanos. Por muchas palabras bonitas que diga, por mucho que intente expresar cómo me siento en cada momento, todo esfuerzo será en vano. Nadie podrá entenderme. Él nunca sabrá cómo me hace sentir; la gente jamás sabrá quién soy realmente, nadie comprenderá lo que guardo dentro. Porque no soy capaz de expresarlo, no tengo medios ni forma para hacerlo. Y no soy la única...somos prisioneros de nuestras propias sensaciones, y lo peor es querer decirle a alguien cuánto te importa y no poder expresarte, no saber hacerlo. Sólo intento que con cada gesto y cada momento sea más fácil de entender, porque al final las palabras se las lleva el viento, pero los sentimientos son lo que quedan por mucho que pase el tiempo.



miércoles, 13 de mayo de 2015

Hoy sé que puedo.

Hacía mucho que no me sentía así, tan ligera, tan perfecta con todas mis imperfecciones. Hacía mucho tiempo que no tenía estas ganas infinitas de sonreír, de gritar al cielo cuánto me quiero. Hace tanto tiempo que no creía en mí, que me olvidé de que puedo lograr todo lo que me proponga, que puedo llegar a hacer aquello que me haga más feliz y que si me esfuerzo voy a ser quien quiera ser. Siglos hace que no me acordaba de quién soy realmente y aunque convivo cada día conmigo misma, es posible olvidarse de nuestros verdaderos deseos, se puede olvidar a valorarse a uno mismo. Hoy tengo ganas de reír, de amarme y de volar en lo más alto del cielo. Tengo unas ganas locas de vivir y de ver cumplidos mis sueños. Y aunque mañana vuelva a la rutina de nuevo y tal vez me olvide otra vez de quién soy, ahora mismo sé qué es lo que quiero, sé quién soy. Y nadie puede quitarme este momento, nadie va a robarme esta maravillosa sensación.


martes, 5 de mayo de 2015

¿Amamos al máximo? ¿Vale la pena?

Enamorarse es un riesgo en toda regla, amar puede ser desastroso y no creo que sea lo mejor a largo plazo. Porque todo lo que empieza se acaba algún día y cuanto más alto subes, cuanto más amas, peor es la caída cuando llega. Y estoy segura de que llega el final, porque nada dura para siempre...no es pesimismo, es ser realistas.
La pregunta es ¿realmente valen la pena las alegrías, los abrazos inesperados, las sonrisas sinceras y los besos en la frente? ¿Valen la pena las posteriores decepciones? ¿Los llantos? ¿El inevitable golpe?  ¿Vale la pena amar? Es algo que tal vez nunca llegue a saber a ciencia cierta. 

Lo que sí tengo claro es que si decidimos arriesgarnos y amar; no podemos regalar caricias con miedo, besos sin pasión y sonrisas a medias. Una vez te entregas, te aconsejo hacerlo por completo y amar con cada parte de tu ser, entregando el corazón sin pensar en lo que vendrá. Si sólo tienes para dar manos escondidas, tardes aburridas, verdades a medias y abrazos fugaces, mejor no te arriesgues. Vale la pena arriesgarse si existe la posibilidad de que valga la pena el tiempo compartido. Es cierto, cuanto más ames más grandes serán las heridas; pero también es cierto que cuanto más amas, más posibilidades hay de que valgan la pena los errores, el destrozo que resta cuando ya no queda nada más.


miércoles, 29 de abril de 2015

Somos la generación del amor efímero, el de mentira.

La gente de ahora se ha olvidado del verdadero sentido de la palabra amar. Las relaciones duran lo mismo que un suspiro y los ‘te quiero’ se dicen sin apenas conocer a la otra persona. Se regala amor en las discotecas y con el alcohol confundiendo las cosas, se llama amor a casi todo... La gente ha olvidado lo bonito que es regalar besos en la frente, lo bonitas que pueden ser las palabras o un poema, y ya nadie recuerda realmente lo que es cogerse de la mano o regalar flores. Los amores románticos, los de libro, ya no existen más que dentro de las páginas. Somos la generación del amor efímero, el amor rastrero, las mentiras y el engaño. Somos los que han dejado de lado el romanticismo, el amor, para entregarse a quien sea en cualquier parte. Quién pudiera vivir hace unos siglos, cuando los cortejos duraban meses y se respetaba el amor de la dama por encima de todo, cuando las cartas fugitivas y las manos cogidas furtivamente a altas horas de la madrugada eran el amor. Cuando los bailes eran muy diferentes a los de ahora y las fiestas públicas (al menos la mayoría) no tenían ni una pizca de la connotación lujuriosa que tienen hoy en día. Somos los salvajes, los bala perdida, pues ya ha quedado de lado toda la ternura que el humano podía regalarse.