Poco a poco se fue quedando sin ganas, fue perdiendo la emoción. No fue algo que ocurriera de repente, fue un proceso lento y doloroso. Se despertaba sin ganas de regalarle un beso y sin la emoción de verle a su lado. No encontró otro amor, simplemente se cansó de aquello, todo parecía demasiado difícil al final y ella estaba ya cansada de luchar. Luchar y que él no reconociera su esfuerzo, se cansó de no ver correspondido su amor, de quedarse un 'te quiero' colgado de sus labios, uno que jamás tuvo respuesta. Al final, el amor murió de pena.Así que dejó todo tal cual estaba y sin pronunciar palabra, salió por la puerta, dispuesta a no volver nunca más y sin ni siquiera una palabra de despedida. Estaba decidida a encontrarse a sí misma, a valorarse, y después sería feliz. Encontraría a alguien que no tuviera problema a la hora de decirle y demostrarle cuánto la ama, encontraría un amor en el que verse reflejada y que la ayudara cuando cayera, uno que no se avergonzara de llevarla de la mano por donde fuera. Encontraría a su amor, aunque esta vez no pensaba buscar hasta cansarse, pues había aprendido que lo bueno llega sin esperarlo, cuando estás completamente despistado.
Hola. un gran texto. Efectivamente, el amor llega cuando menos lo esperamos... aunque lo busquemos no tiene porque aparecer.
ResponderEliminarGracias por pasarte Marta!
EliminarUn beso^^
aww me encantó! como siempre gracias por compartirlo <3
ResponderEliminarGracias a ti por leerlo y comentar!
Eliminarun beso^^