miércoles, 28 de enero de 2015

Él la amaba tal y como era.

Ella gastaba dinero en maquillaje, en cosméticos que la hicieran verse más guapa para él. Lo que no sabía era que para él la belleza era cuando estaba sonriente, sin maquillaje, acabada de levantar. Invertía tiempo en hacerse complicados peinados para gustarle más. Pero él prefería verla despeinada, con el pelo enredado, porque así podía perderse en él. Buscaba la colonia perfecta para cuando estuviera con él, pero su perfume favorito era el de su piel. Para él, su cuerpo desprendía su olor favorito en el mundo. Compraba ropa cara para que la viera más bella, pero él prefería tenerla justo así; en su cama, entre sus brazos y la ropa desparramada por la habitación. Para él, la belleza máxima era que no hubiera prenda alguna que la cubriera. Intentaba comportarse como una dama: reír bajito, hablar correctamente, no correr, no desmadrarse, ocultar su locura. Pero él se había enamorado justo de todo eso: de sus estridentes carcajadas, de su lengua viperina, de su carácter juguetón, de su preciosa locura. 
Estaba justo como más le gustaba: sin ropa, sin perfume, sin maquillaje, despeinada, riendo a carcajada limpia, y en ese momento más que nunca supo cuánto la amaba.



13 comentarios:

  1. No sé como escribes tan bien.
    Un beso.

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  2. Simplemente precioso *-*
    ¿Piensas escribir algún día alguna novela? Yo la leería! :P
    Besoos infinitos~!

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    Respuestas
    1. jajaa Ojalá, me encantaría escribir un libro :) Lo conseguiré!!
      Un beso^^

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  3. Que bien escribes, no sabía que escribieras, he estado echándole un vistazo a tus microrrelatos y me han gustado mucho, sigue así y si alguna vez escribes una novela dilo y la leeremos! Besos :')

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