Cuando me tocas, me miras a los ojos y
destellando estos de felicidad, me dices que me quieres, ahí pierdo. Pierdo el
norte y el sur, pierdo los principios, los estribos. Pierdo los miedos, la
tristeza, se va lejos la vergüenza. Es en ese momento cuando tú ganas y yo
pierdo. Pierdo en mi lucha interior por no quererte, por el miedo a sufrir.
Pero dejarse llevar suena bien y las ganas de querer son lo único que no pierdo,
las ganas de seguir, de lanzarme al vacío de cabeza y preocuparme por los
problemas solo cuando estén delante. Pierde la razón y una vez más, gana el
corazón, gana la revolución de sentimientos, las estrellas fugaces, gana el
carpe diem. Y me reconforto diciéndome bajito que al final, también gano yo.
Precioso ^^
ResponderEliminarGracias Edith :)
Eliminar¡Que bonito! ^_^
ResponderEliminarSaludos
Gracias Neftis!
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