viernes, 7 de diciembre de 2012

Hay 31.530.000 segundos en un año, 1.000 milisegundos en un segundo, un millón de microsegundos, mil millones de nanosegundos y la única constante que conecta los nanosegundos con los años, es el cambio.
El universo, del átomo a la galaxia, es un estado perpetuo de flujo. Pero a nosotros, los seres humanos, no nos gustan los cambios. Luchamos contra ellos, nos asustan, así que creamos la ilusión del éxtasis. Queremos creer en un mundo en reposo, el mundo de ahora, y aun así nuestra mayor paradoja sigue siendo la misma… En el momento en que entendemos el “ahora”… ese “ahora” ya ha pasado.
Nos aferramos a las fotos, pero la vida son imágenes en movimiento. Cada nanosegundo es diferente al último, el tiempo nos obliga a crecer, a adaptarnos. Porque cada vez que parpadeamos… El mundo que nos rodea ha cambiado.

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