Así como nos amamos, así nos olvidamos.

Tan fácil nos fue amarnos, tan sencillo enamorarnos en un choque de miradas, en una casualidad del destino. Nos fue tan fácil unirnos, encajar como perfectas piezas de puzzle. Fue tan normal fundirnos el uno en el otro y hablar al mismo tiempo, reír en el mismo tono. Fue todo tan sencillo, tan cómodo y perfecto como fugaz. Porque con la misma casualidad que nos encontramos, un tiempo después nos olvidamos. Con los mismos cuerpos que nos amamos, ahora nos ignoramos. Fue todo tan perfecto que como un onírico recuerdo queda todo hoy. Tan sencillamente como surgió la lujuria, el amor y la pasión. Así, así de fácil se nos fue el amor, se nos fue la vida. Así, tan sencillo como viniste, te fuiste.