Porque cada vez que ella se derrumba, que se le viene todo encima y tiene un pie en el precipicio. Cuando ya no sabe qué hacer y lo cree todo perdido. Cuando no hace otra cosa que llorar. Cuando no tiene ganas de reír, ni de disfrutar, ni siquiera de sonreír. Cuando el dolor le ha quitado la ilusión y para ella ya no queda nada. Cuando siente que todo se ha acabado y no encuentra solución.
Es justo entonces cuando aparece él...Con su característico caminar, con su sonrisa perfecta y su mirada penetrante. Aparece y le regala un un beso en los labios. Un beso revitalizante, lleno de energía positiva y que la llena por dentro de magia y la va curando poco a poco, va cerrando las heridas que el dolor abrió en su interior.
Seguidamente, tras dejarla sin aliento después de ese beso, la abraza con dulzura, dejando que ella apoye su cabeza sobe su hombro, mientras solloza y se convulsiona a causa del dolor y la impotencia. Él le susurra palabras reconfortantes al oído, le hace saber que estará con ella en todo momento, pase lo que pase.
La obliga a entender que ni por un segundo la va a dejar sola. No para de repetirle esas misma palabras hasta que cree que han entrado en su loca cabeza y su dolido corazón.
Él la separa suavemente de sí para levantarle la cara por la barbilla y con el dedo pulgar, secar cariñosamente las lágrimas que caen por sus mejillas. Le coge de la mano y se la aprieta fuertemente intentando transmitirle todo el apoyo posible.
Ella aprieta los dientes, se seca bruscamente las lágrimas que siguen cayendo de sus ojos y se clava las uñas bien fuerte en el primer sitio de su cuerpo que encuentra, para resistir la tentación de seguir llorando y aguantar el dolor que siente en su interior. Con un gran esfuerzo, sonríe, para hacerle ver a él que puede superar cualquier cosa, para que él entienda que será fuerte, pero siempre y cuando él se quede con ella, para ser quien la ayude a reconstruir su mundo cuando éste se venga abajo.
-Gracias-Es lo único que es capaz de pronunciar ella.
A lo que él responde - No te preocupes, para eso estoy yo.
-Te quiero, muchísimo.-Contestó ella con dulzura.
-Y yo, ya lo sabes.
Se funden en un nuevo abrazo y la escena termina como había empezado; con un beso que poco a poco, reconstruyó su interior.
Nunca sabré el motivo de la angustia de ella, lo que sí sé es que los dos se aman como nunca he visto amar a nadie.
Wow. Que precioso relato!! Ese si es amor verdadero ;) Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Andrea! Es un placer que te guste tanto! Y no dudo de que es amor verdadero ;)
EliminarUn beso
Aaaaaaaw!!!! que bonitoo!!! ^^
ResponderEliminarme encaantaa!!! *.*
Siempre quise tener un amor así!!!! :D
Un beso!! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Muchas graciaas!!
EliminarMe alegro de que te guste tanto, ya verás como te llega ;)
Un beso!