Ya se ha ido. Ha dejado de sufrir.

Se va, se nos va, se va, se va...Ya se ha ido.
Se ha ido para no volver jamás, se ha ido para descansar, para querernos desde otra parte, para ser nuestro ángel de la guarda. Se ha ido para protegernos, para guiarnos cuando estemos perdidos y yo no tengo miedo porque ella está conmigo, ahora está con todos nosotros a la vez. Le hablo todas las noches desde mi cama, diciéndole lo mucho que le quiero, no vaya a ser que se fuera sin saberlo. No tengo miedo, pero siento mucho dolor, ya no volveré a ver nunca ese rostro que sólo ella poseía, ni esa fuerza incomparable, ni las ganas de seguir, ni su alegría constante, ni esa sonrisa que ahora veo perfecta, ni podré volver a oír su voz diciéndome '¿qué quieres para comer?' Nunca más.
Pero me gusta imaginar que ahora ella está en todos los que me rodean, y cada vez que alguien me abraze, será como si una parte de ella me abrazara, cada vez que alguien me diga que me quiere, será como si lo susurrara ella. Me ha enseñado cosas que nadie más podía y me ha hecho feliz infinitas veces. Su cuerpo ya no estará más con nosotros, pero ella permanecerá entre nosotros hasta que también nos vayamos; en los recuerdos, en las fotos, en la memoria, y sobretodo en el corazón.
Nunca te olvidaré, voy a llorar, mucho más de lo que he llorado ya, pero lo superaré, porque sé que es lo que hubieras querido.
Un beso enorme, de una persona que te quiere muchísimo, sé feliz donde quiera que estés.
28/08/1940-21/01/2013
Te quiero reina mia.