Todo depende de cómo decidas ver las cosas...

Que todo lo que sube, baja. Todo lo que está caliente acaba por enfriarse. Aquel que siempre ríe, termina llorando alguna vez. Todo lo que se enciende, se apaga.
Todo niño, crece para convertirse en hombre. Por mucho que brille, el sol acaba escondiéndose cada atardecer. Lo que ahora es nuevo pasará a ser viejo alguna vez. Que
las puertas se cierran. Que la gente se va. Que todo lo que  empieza tiene un final; y que por mucho que duela, nada es para siempre.

Vale, que todo lo que sube, baja, pero ¿y vuelves hacer que suba? Volverá a bajar de nuevo, es cierto, pero ¿por qué no volverlo a subir? También estoy de acuerdo en que todo se enfría o se apaga, pero ¿ Qué problema hay en volverlo a  calentar o volverlo a encender?
Además, también aquel que siempre llora, acaba por reír algún día.
¿Que el niño siempre se convierte en hombre? Bien, aquí no hay nada que hacer, pero todo hombre puede convertirse en niño cada vez que le venga en gana.
Es cierto que el sol se esconde cada atardecer, pero ¿no es igual de cierto que vuelve a salir cada amanecer?
Lo que un día es nuevo, prácticamente al día siguiente ya no lo será, pero ¿significa eso que vaya a dejar de gustarte?
Que las puertas se cierran, sin embargo, las ventanas se abren. Que la gente se va, pero vienen personas nuevas.
¿Que lo que empieza siempre tiene un final? ¿Que nada es para siempre? 
Bien, te propongo una cosa: Crea tu propia historia sin final y haz que dure para siempre.