Las lágrimas caían por su rostro de manera irremediable, no encontraba forma alguna de parar esa cascada salada, ni de frenar la pena que producía dicho llanto. Aunque nada que ver con la torrencial lluvia que caía fuera, bañando los cristales, donde las gotas jugaban a ver cuál era la más rápida. Se quedó mirando estas incansables carreras sobre el cristal. Poco a poco, las lágrimas fueron cesando. Sus ojos se fueron cerrando, sus párpados pesaban más cada segundo que pasaba.
Y así, se sumió en un sueño, que más que eso, eran seguidas pesadillas que la atormentaban sin remedio. Aun así, prefería seguir durmiendo antes que volver a la realidad... No quiero saber cómo era su realidad.
Holaa!!
Espero que os haya gustado el texto :)
un besoo^^